¿Y cuál sería el acuerdo climático ideal que se lograra de Copenhague?
En Copenhague debemos tener derecho a soñar que el mundo va a dejar de un lado las diferencias y se va a unir en torno a un propósito común, pues ante el desastre que se nos viene encima si el mundo no hace nada distinto y seguimos emitiendo gases a diestra y siniestra no tenemos más opción que encontrar una salida global al problema. El optimismo lo dejo para la segunda semana cuando todos los países hayan sacado las uñas.
Para mí, estos son los puntos más críticos que espero se aprueben en Copenhague.
Mitigación
1. Que se fije una meta global de buscar equilibrar concentraciones de CO2 en 350 ppm y un incremento de temperatura no superior a los 2º C sobre niveles preindustriales, pues es el nivel seguro al que hay que volver.
2. Que los países desarrollados se comprometan con una reducción de emisiones del 40% por debajo de 1990 para 2020. Esto sería un gesto enorme pero necesario pues es lo que la ciencia dicta. Suena imposible pero no más con eficiencia energética se puede lograr una buena parte de esta meta. No más en un año y sin mucho esfuerzo Estados Unidos redujo en un 9% sus emisiones a causa de la recesión. Ojalá se preserve la estructura base del protocolo de Kyoto para no reinventar la rueda, pero que Estados Unidos ingrese y se renueven los compromisos de 2012 a 2020.
3. Que los países emergentes con grandes emisiones como México, China, Brasil, India y Suráfrica, así como aquellos que son ricos pero siguen apareciendo como países en desarrollo como Arabia Saudita y Corea del Sur, asuman compromisos de reducción de emisiones para 2020. Como estos países reclaman de los países industrializados la responsabilidad histórica por la mayoría de las emisiones pasadas, sus compromisos pueden ser menores. Por ejemplo, puede asumir compromisos sectoriales en generación de electricidad, transporte, cementeras, eficiencia energética, emisiones de hollín, intensidad de las emisiones, etc. Este tipo de compromisos pueden categorizarse como las famosas NAMAs (Acciones de Mitigación Apropiadas a Nivel Nacional).
4. Que todos los países asuman NAMAs para mitigar emisiones como el hollín que además de ser de efecto invernadero también son perjudiciales para la salud.
4. Que todos los países se comprometan a una trayectoria de desarrollo de bajo carbono y sometan planes al respecto, contemplando transporte, energía, agricultura, silvicultura, etc.
5. Que se apruebe REDD - Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal, para pagarle a los países para que dejen de deforestar, y se generen créditos de carbono que puedan ser usados por los países con compromisos de reducción de emisiones. REDD debe aprobarse con salvaguardias para los pueblos indígenas y la biodiversidad para no generar incentivos perversos.
Finanzas
6. Que los países desarrollados se comprometan a financiar con $160 billones al año la adaptación de los países en desarrollo, en especial los menos adelantados y los más vulnerables, así como REDD y la transferencia de tecnología para reducir emisiones. Estos recursos deben ser adicionales a la asistencia oficial al desarrollo existente.
7. Que se incluyan impuestos sobre la aviación y el transporte marítimo internacional como estrategia para reducir las emisiones de estos sectores (no incluidos en Kyoto), y se use el dinero para financiar la adaptación o la transferencia de tecnología. Otros impuestos transnacionales pueden establecerse sobre las transferencias financieras o la importación de combustibles fósiles. En todo caso, los impuestos transnacionales generarían flujos de dinero más predecibles que las promesas de gobiernos que permanentemente se rompen.
Adaptación
8. Que se incluya la definición de "refugiados climaticos" como categoría para la asistencia humanitaria.
9. Que cada país se comprometa con un plan de adaptación al cambio climático, en particular para manejo de agua, agricultura, incendios, zonas costeras, ecosistemas en peligro y salud pública.
10. Que se destinen recursos sustanciales para ayudar a los países a adaptarse, especialmente a los más vulnerables. El compromiso de financiar la adaptación debe ser conmensurable con la responsabilidad histórica y capacidad económica de los países, en tanto que la eligibilidad para recibir fondos debe ser por vulnerabilidad y nivel de pobreza.
10. Que se establezca un seguro de adaptación mundial cuyo dinero puede destinarse para atender catástrofes climáticas en páises en desarrollo cuando ellas vayan surgiendo.
Transferencia de tecnología
11. Que el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) persista como opción de vincular el mercado de carbono de Kyoto con los países en desarrollo y encaminarlos en el desarrollo limpio, pero que se corrijan ciertos vicios para que la metodología sea más sencilla y transparente.
12. Que se le dé un tratamiento especial a la propiedad intelectual de las nuevas tecnologías energéticas para que sean de más rápida difusión. Por ejemplo, se podría crear un fondo multilateral para licenciar dichas tecnologías a bajo costo remunerando a los inventores pero reduciendo los costos de difusión.
13. Que los países desarrollados y las grandes economías emergentes se comprometan a financiar la investigación en tecnologías limpias y para la adaptación dentro del monto de dinero puesto en la mesa.
¿Será mucho pedir? No me parece. Cuando fue el desplome de Wall Street los gobiernos sacaron rapidito el dinero que no tenían. Estados Unidos puso $700 billones, ahora sólo se le está pidiendo una porción de los $160 billones.
Por eso me uno al espíritu del editorial que sacó The Guardian (mi periódico favorito en temas de cambio climático) y que publicaron en conjunto 56 periódicos en el mundo, incluyendo El Universal de México en español. También me uno al ejemplo de tratado de Copenhague que sacaron varias ONGs: WWF, Greenpeace y otros.
martes, 8 de diciembre de 2009
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